Me he reinventado tantas
veces como ha sido necesario y sin embargo sigo siendo el mismo, porque lo que
me define sigue siendo lo mismo que me mantiene cuerdo, íntegro y apegado a lo
que me enseñaron mis padres.
Todo comenzó un domingo 11
de diciembre, me reinventé un viernes 14 de mayo, volví a hacerlo un lunes 30
de noviembre, un miércoles 24 de febrero, un 8 de agosto, uno que otro sábado
de vez en cuando, pero definitivamente no hay día como los lunes para “comenzar
de cero”, para decir que venimos con los ánimos renovados, con “la pila cargada”,
para comenzar la dieta, para hacer o rehacer todo aquello que hemos dejado
pendiente en días anteriores… pero solo se trata de un espejismo, no hay peor
decisión que querer tomar un lunes como punto inicial o de partida para algo,
lo que sea.
Regularmente, se trata solo
de buenas intenciones que colocamos en el lunes, aunque se nos ocurran el miércoles
o el jueves de la semana anterior, por ejemplo: “a partir del lunes, a dieta en
serio”, “el lunes regreso al gym”, “el lunes me pongo en orden con la lectura”,
etc. Etc. Etc. Sin embargo, habemos quienes ni siquiera hemos terminado el
lunes cuando ya todo se fue al olvido.
La clave del éxito de
cualquier cosa que emprendamos, no se encuentra en la fecha de inicio ni en las
buenas intenciones que la motivan, sino en el simple hecho de comenzar de
inmediato, los exfumadores, exgordos y exbebedores que conozco, no han esperado
el lunes o han ido gradualmente adquiriendo sus nuevos hábitos, sino que lo han
hecho de momento a momento y de un solo golpe, así se hacen los cambios
radicales, no hay más que tomar una decisión y emprender un camino.
Usar un punto de partida
como el famoso lunes, implica que cada vez que fracasamos podamos sentirnos
seguros al esperar una nueva oportunidad el lunes siguiente, sin embargo, como
dice el jefe más buenazo de todos los tiempos, “the clock is ticking” y el
tiempo no perdona, cada lunes no es una oportunidad más, sino una menos.
Las decisiones radicales y
los golpes de timón tienen innumerables causas, pero conllevan una serie de
pasos que con la disciplina, el compromiso y la constancia de todos los días,
incluyendo los lunes, se irán dando, esos si, paulatinamente y con un poco de
suerte se convertirán en los nuevos hábitos que nos hagan mejores personas.
México llega a su lunes cada
seis años, o cada periodo extraordinario del poder legislativo, o cada
elección, o cada mundial; sin embargo hoy nos encontramos ante la oportunidad
de hacer las cosas YA, y de disciplinarnos para que paulatinamente se vayan
acomodando y poniendo en su justo lugar y en su plena dimensión.
El Presidente con esta serie
de mecanismos incluyentes que involucran a muchas personas en su lado de la
cancha, ha hecho lo necesario para que del otro lado, el poder legislativo haga
lo suyo y entonces puedan caminar las reformas que le permitan a México
comenzar de inmediato a ser un país más sano y próspero sin tener que esperar inútilmente
otro lunes más.
Por primera vez un negro
amanecer, puede ser el más claro en mucho tiempo, iluminado por la posibilidad
de que el petróleo cubra una vez más de prosperidad al país, antes seguramente
veremos más cambios eléctricos y en el camino habremos de encontrar nuevas
fuentes de energía y nuevas maneras de hacer las cosas, que seguramente nos conducirán
como país y como individuos a estadios más armoniosos.
¿Habrá discusión?, claro, de
eso se trata, de buscar entre tanta diversidad las coincidencias que nos unen,
que nos identifican y que nos hacen a todos, querer lo mismo, un mejor país y
más oportunidades para todos.
PD. Ladrones de la fama (The
bling ring) me lleno de tal ansiedad que casi abandono la sala de cine, sin
embargo es una buena película en la que una vez más Sophia Coppola muestra el
lado más humano de unos humanos que no son tan comunes pero que muestran una
constante en esa etapa de la vida; por su parte, El niño y el fugitivo (Mud), me
causó sensaciones similares a pesar de ser películas tan diferentes, ambas muy
buenas y recomendables, me hicieron pensar en la ausencia total de los padres y
en la repentina aparición de los mismos en el momento preciso para salvar a sus
chamacos… Benditos papás!!!
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