Así es mis queridos lectores, el hakuna está de vuelta. En
verdad me abruma la cantidad de gente que me preguntaba por este espacio o que
cuando charlamos hace referencia a tal o cual comentario surgido de un hakuna,
esos apapachos han sido el alimento del alma de un servidor que ha pasado por
tormentas menos amenazantes que Patricia pero que han dejado más damnificados.
Nunca he tenido miedo a escribir sobre mis propias anécdotas,
es la fórmula de este blog, una manera sencilla de explicar lo que no parece
tan sencillo, así, lo complementamos con alguna analogía política, una buena
dosis de cultura pop y sarcasmo y ¡pum! hakuna. (Diría un meme de Javi Noble)
Primero: si, fui víctima de un helicopterazo, pero hoy soy
por fortuna beneficiario de las contadas buenas decisiones y acciones que puedo
reconocer en mi vida, no sin algunas feas, horribles turbulencias, me siento
manos amigas tendidas en los momentos difíciles. Ellos, los grandes hacedores
agradecido con Dios, con la vida, con mi familia querida y preocupada y con las
de mi nueva realidad, tendrán mi gratitud y lealtad por siempre.
Por otro lado, los canijos, los que me hicieron ver mi suerte,
me ayudaron a entender que el peligro más grande en esta vida, es el miedo, el
arma más hiriente es la intriga y el pecado más despreciable, la envidia; Dios
los bendiga.
Nada está escrito, cada día nos corresponde llenar las
páginas vacías que amanecen con nosotros, es nuestra actitud el color de la
tinta, nuestra suerte la puntuación, nuestras acciones los verbos y nuestra fe
el sentido de la trama.
Esta semana he querido volver junto con uno de mis grandes ídolos, James Bond, que en “Spectre”, con la fascinación de ver a la
ciudad de México en un festival de muertos que jamás ha pasado ni pasará, me
ha dejado gratamente conmovido, primero porque fue la primera vez que
Valentina, la nutella girl, fue al cine a ver a James Bond, después porque
seguramente es la última película que protagoniza Daniel Craig como el mítico
agente secreto y finalmente porque de la mano, regresaron las ganas de
escribir.
El otro tema, la mariguana, la mota, que no la Mota (de ella
algún día haré una enciclopedia de hakunas), vivió la semana pasada su pico
mediático más alto, incluso más que el de 2009, al respecto se ha dicho y dirán
muchas cosas, debemos respetar todos los puntos de vista, los de aquellos que
no son consumidores o adictos, pero que han vivido los horrores de la codependencia,
las autoridades, los científicos, los médicos, en todas las ramas involucradas,
los abogados y por supuesto los usuarios.
No creo que la mexicana sea una sociedad encaminada a ser una
comunidad mariguana, más bien somos tequileros, eso nos distingue -si de
distintivos mata hormonas hablamos- somos fiesteros, cantamos, nos
envalentonamos para declarar nuestro amor, usamos el tequila como lubricante
social, no nos veo a los mexicanos bajo los efectos de la cannabis, que
aletarga, que inhibe, no veo una buena pachanga o una reunión de amigos,
aderezada con el famoso enervante; pero como dicen, para todo y para todos hay,
el plano personal es tan respetable como el de quienes decidimos matarnos poco a
poco dándole diario su dosis de nicotina a los pulmones o sobrecargar al hígado
con tragos coquetos hasta quedarse dormidos en la terraza de cualquier
hotel de lujo.
PREGIRAS
A mi gusto
por el trabajo, se anexó hace varios años el de ser organizador de eventos,
participar en la logística, la preparación, la operación y conducción, es una
de las cosas que más me gusta de mi trabajo, he visto con admiración a mi papá
o a amigos como Rubén Acevedo (qepd), Jaime Barrera, Elizabeth Vilchis, Myrna
García, Jesús Castañeda y Luis Martínez, cuidando cada detalle; en lo personal
he participado organizando desde la fiesta de cumpleaños de mi esposa de
chocolate, hasta un evento para 90 mil personas en Ixtapaluca, cada vez, con
mucho gusto y vocación.
Antes de cada
evento, invariablemente se hace al menos una pre-gira, que es la reunión de
muchas personas que están involucradas en la realización del evento, como en
todas las cosas, es todo un folclor, no pueden faltar los bandos, los
representantes de todas las áreas involucradas, moviéndose en grupo de un lado
a otro, afinando detalles, negociando; es de llamar la atención la pre-gira que
hicieron los chavos del Papa Francisco, idénticas, igualitas a las que hacemos
en México, solo espero que el parecido en los formatos se deba solo a lo
acuciosos que somos todos para hacer nuestro trabajo.
PD. En busca de la #HamburguesaPerfecta he recuperado kilos que no pienso perder sino hasta el próximo año, aun así me reitero como su seguro consejero alimenticio y entrenador personal.
Que bueno que retornaron las ganas de escribir. Como recuerdas, pienso que escribir compromete, porque al hacerlo las palabras e ideas dejan de ser tuyas para ser de todos; creo que por esa razón algunos lo hacemos poco.
ResponderEliminarEste estilo tuyo de compartir pensamientos, sensaciones, opiniones y noticias, me agrada mucho. Sigue ejercitándolo.
Gracias, por lo que dices y por lo que quisiste decir. Te quiero.
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