Al estilo
de “Tenazas” en ese capítulo de Los Simpson donde Homero adopta una pequeña langosta
a la que alimenta, quiere, pasea, cuida y come, después de darle un baño
caliente, en la casa de mis papás teníamos a Topetero, un borrego que se convirtió en el macho alfa de los
animales de la casa y en el azote de los amigos de Manolin que lo bautizaron
así por las correteadas y tremendos golpazos que les asestaba.
A pesar
del cariño y los cuidados, Topetero cumplió con su destino y se convirtió en un
delicioso manjar de tragones en tremendo festín.
Esa
característica humana de comernos casi todo, incluso lo que queremos, me hace
reflexionar sobre los políticos panistas, al menos en sus legisladores
federales, porque en el nombre llevan la penitencia, ¡ah cómo comen pan! Por
cierto es la segunda vez que veo a un Senador de oposición de estas
legislaturas manifestar que "se privilegió la política" algo me hace
suponer que un compañerito de la JUCOPO, que le gusta hacer destapes, se ha
encargado de hacer bien su tarea y echarse a la bolsa a sus amigos, o hermanos,
como alguna vez le dijo el Senador Barbosa.
MENTIRAS.
Las
mentiras son feitas, sin importar el tamaño, la intención o la frecuencia,
decirlas o incluso vivir en ellas tiene malas consecuencias.
Nada más
sano y seguro que decir siempre la verdad, tal vez no resulte conveniente de
inmediato pero más vale decir una verdad que tener que inventar 1000 mentiras.
Ojo, decir
la verdad no es lo mismo que ser cínico o descarado, al final todos mentimos
porque callar u omitir nos hace mentirosos, sin embargo, no podría yo decir la
verdad sobre alguien más, no me corresponde, cada quien es responsable de sus
verdades, de sus mentiras y sus tormentos.
Me duele
cuando alguien querido y estimado confunde la complicidad con la fraternidad, es triste ver a quien de un modo
u otro miente, pero es más triste volverse parte de esa mentira.
EL PRI.
Acostumbrados
a la hostilidad, a la adversidad y a los maliciosos juegos del poder los
priistas practicamos la resistencia, la resiliencia y la reinvención mejor que
ningún otro militante político en el mundo. Desde las cenizas, desde la lona,
contra la intriga y el montón o el agandalle,
nos mantenemos, nos respetamos. No es un juego para todos "hay que aprender
a andar en esto" me dijo mi papá ante mis primeras adversidades.
"Quedan muchas páginas en blanco para escribir juntos" dice también,
admiro su militancia, su vocación, su disciplina, su temple; el partido es, en
el caso de los priistas nuestra casa, y de ella nadie nos puede sacar y a ella
siempre podemos acudir por refugio.
Hay reglas
escritas y no escritas, hace falta entenderlas y en casos interpretarlas, hay
cosas que no nos gustan, que nos indignan, pero hay muchas otras que nos
enorgullecen.
Ser
priista no implica nada malo pero tampoco nada bueno por el simple hecho de
serlo, cada quien, como en la vida debe mostrar su valía y sus valores.
En la
militancia somos abiertos, dialogamos, construimos puentes, mantenemos lazos y
amistades con quienes no piensan o militan como nosotros, creemos en nuestras
instancias y acudimos a ellas con vehemencia y entrega, somos militantes reales
y no ocasionales, somos ante todo postulantes y defensores.
Prácticamente
nací en el PRI, ahí se conocieron mis padres, ahí conocí a muchos de mis
amigos, de mis jefes, no me sonroja reconocerlo, soy militante del PRI, por
convicción haré política siempre como aprendí, como priista, imparcial, no
neutral, con vocación demócrata y con mucho sentido social y de servicio.
PD.
A pesar
del desfase de tiempo entre la asamblea nacional y hoy, 2 de septiembre del
2017, quise publicar esto escrito por aquellos días.
Ya habrá
tiempo de escribir sobre Game of Thrones, match.com y la vida que caminaba sola…
pendiente.
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