lunes, 10 de diciembre de 2012

HOY EN MI CUMPLEAÑOS

MI CUMPLEAÑOS 35

Me siento de 35, ni más ni menos, cada año, cada día, cada experiencia, cada risa, abrazo, lagrima, beso, tropiezo, éxito, verso, rima, discurso, viaje, cada cabello menos, cada satisfacción más, cada kilo, cada paso, cada no, cada si, cada respiro y cada suspiro, pueden dar cuenta de mis 35 años.

El mejor regalo que he recibido en la vida, ha sido la vida misma, hace 35 años, me la dio Dios y la hicieron posible mis padres, los jóvenes novicios Vicky y Jaime que con el pretexto de un discurso se regalaron su amor y a mi de paso me dieron la vida. Después, muchas cosas,  el regreso de Manolin a casa, en 1986, después de vencer a la muerte y a la extraña púrpura, ese día también, los bisteces encebollados de mi tía Lourdes y las películas que mi papá rento en el super esteves de Hidalgo; siempre mi comida favorita, mi pastel predilecto, el único que me como, el de mi mamá, mi chamarra del Toluca, mi reloj bueno, tantas y tantas películas, video juegos, corbatas, pomos, un video tipo jerry mcguire, mi iPad, mis tamales salados, un suéter y una bufanda cortesía de mamá Mary.

En 1979, se mandaron hacer jarritos a Metepec, todavía conservo algunos; he pasado cumpleaños solo, muy acompañado, enfermo, triste, eufórico, incluso con resaca, he recibido todo y jamás me he quedado insatisfecho, gracias a que lo único que pido siempre me es concedido.

Las llamadas tempranera una y muy tarde otra de mi abuelo Don Job y de mi tío Mariano la segunda.

Los mensajes extraños y desconcertantes de quien sin más me echo de su vida pero se sigue acordando de mi cumpleaños.

Las mañanitas en la oficina, la serenata en mi ventana, el programa especial de radio, la intimidad cumpleañera, el concierto esperado... En fin, tengo 35 años y muchos motivos para festejar, otros tantos para reflexionar y uno que otro para suspirar.

Tengo dos padres que con su vida me han dado ejemplos y lecciones, traigo tanto de ellos en la sangre que se que todo lo bueno que soy se los debo.

Tengo dos hermanos que son mi calca y mi némesis, tan distintos que nos parecemos tanto y tan parecidos que casi nunca los entiendo.

Tengo el amor que no comprende pero que ama con locura, y la conveniente admiración de quien desinteresadamente es la persona más cariñosa del planeta.

Tengo tantos amigos como se puedan desear y necesitar, solidarios, alcahuetes, cercanos y respetuosos, siempre atentos y distantes, fieles exponentes del arte de entenderme o darme el avión.

Rivales y enemigos no tengo, habrá seguramente a quien no le agrado pero nadie que pueda sentirse agredido u ofendido por mi, esa no es mi naturaleza.

Hoy en mi cumpleaños, me doy cuenta de tanto, porque en días como hoy es cuando se tiene la oportunidad de hacerlo, hoy a 35 años y a 34 años y 365 días (2012 es bisiesto), me siento de 35, ni más ni menos, aunque el biotest diga otra cosa.

Mañana cumplo 35 años, y es el día 11 de diciembre número 36 de mi vida, a partir del cual, estaré viviendo la versión 36 de cada fecha del calendario, que espero, y esa es mi intención, sean inolvidables, provechosos y a pesar de todo lo que pueda presentarse, dignos de ser vividos y luego recordados. Ahí voy.

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